El joven cocinero Ricardo González Sotres se suma al firmamento gastronómico asturiano. Un valor ya reconocido por este periódico a través de su suplemento gastronómico YANTAR con la Caldereta de Don Calixto, ya en 2011. La Guía Michelin 2015 recoge su establecimiento de Pancar de Llanes por primera vez y con ella se suma a la de Jaime Uz (Arbidel), en Ribadesella, El Corral del Indianu (Arriondas) con José Antonio Campoviejo al frente, y las dos de Nacho Manzano en Casa Marcial, de Parres. El oriente asturiano refuerza así su pujanza dentro del panorama de la cocina del Principado. Por otro lado, La Salgar, de Esther Manzano, también refuerza su estrella. Igualmente continúan con una estrella Toni Pérez y Gonzalo Pañeda de Auga, en el puerto de Gijón. Por otro lado, preservan su distinción de la casa francesa Isaac Loya en el Real Balneario de Salinas y Pedro y Marcos Morán de Casa Gerardo, en Prendes (Carreño). Con esta nueva incorporación, Asturias pisa fuerte dentro de la constelación nacional.
González Sotres cocina como a él le “gustaría comer”. Aprendió de Nacho Manzano que al final, “lo importante es dar bien de comer” y se acuerda de su familia a cada paso: “Todo son ánimos y apoyo. Sin ellos esto no sería posible”. Humilde pero sin renunciar a un estilo propio, marcado y definido, Ricardo González Sotres (Oviedo, 1985) tomó las riendas del negocio familiar para dar un giro hacia una cocina infinitamente más elaborada. Como él mismo lo define, “A la entrada es un chigre donde puedes tomarte unas tapas y después está el restaurante. En El Retiro puedes estar en un chigre de pueblo y a la vez en un restaurante con menú degustación. Se trata de una evolución, no de un cambio drástico”.
En el día de ayer, González Sotres fantaseaba con la posibilidad de obtener la mención de la guía francesa, pero no se mostraba seguro al cien por cien. Le constaban varias visitas de inspectores ‘Michelin’ pero el hecho de ser un restaurante de relativo nuevo cuño le hacía dudar en cierta medida. “Pasaron por aquí, pero nunca se sabe. Yo no cocino para una estrella, pero a quién no le gusta”, reconoce. Aprecia sobre todo “la difusión” que supone ser mencionado como restaurante “muy bueno dentro de su categoría”, que es lo que significa una estrella Michelin.
Por Eva Mayordomo.